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Imágenes

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Aquel día Coll se sentía muy a gusto.
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Mostrando una de sus fabulosos dibujos originales.
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El dibujante con el grafópata Lluís Giralt, 1984

Mi última jornada con el dibujante Coll

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Noticia del 29/01/2010 y de la categoria Experiencias
Mi última jornada con el dibujante Coll

Sabadell fue testigo de sus últimos dibujos.
Por el grafópata Lluís Giralt

La última entrevista que concedió a la prensa, fue en el “Diari de Sabadell”” publicada el 30 de mayo de 1984 y que, por su valor histórico, la reproducimos íntegra (descargar PDF).


Era el 28 de mayo de 1984, justo dos meses antes de su trágica muerte, cuando Josep Coll el dibujante de TBO hizo su último viaje a la antigua ciudad lanera. El motivo de la visita era ver sus dibujos originales que decoraban la nueva dependencia  de la conocida Charcutería Díez, de la calle Les Valls, “El Racó del Mingo”. Allí fue reconocido por muchos clientes que le pidieron autógrafos, y fueron tan afortunados que Coll además les obsequió con un dibujo dedicado.
El conocido polifacético artista-fundidor Pere Morral, uno de sus más fervientes admiradores, le encargó unos anuncios que nunca recibió.


Coll comentó que tenía un especial cariño por Sabadell. Decía que su primer trabajo publicitario lo realizó para una empresa de Sabadell, “Vimar”; un dibujo que se proyectaba en las pantallas de los cines entre película y película. El tema eran dos “cacos” sudorosos forzaban- vanamente- con una palanca, una caja fuerte.
El eslogan decía: "Imposible, es una Vimar”. Al recordarlo, el dibujante le hacía recordar a su amigo Montlleó, gerente”Vimar” que fue quien le hizo el encargo varias piezas publicitarias.


Fue una jornada completa e inolvidable. Coll era un hombre alto, fuerte, con una complexión atlética que aún mantenía a sus 60 años. Era de semblante serio, pero con buen humor, tan sencillo  que no entendía que Josep Surroca, el dueño del restaurante Can Pujol, no nos reservara una mesa para nosotros, sinó que nos reservó la sala entera del comedor al saber que mi acompañante era el dibujante. Aquel día los clientes habituales del restaurante tuvieron que comer apretadísimos en las mesas del bar  y al ver que en el salón comedor era ocupado por solo dos personas. Los clientes empezaron a quejarse y Surroca con voz de trueno les gritó:
-"¡Vosotros a callar! Hoy comereis aquí porqué sois unos “fiambreras”, y a continuación se nos acercó respetuosamente y haciendo media reverencia dijo: - "Sr. Coll, usted tranquilo, porqué soy el amo y es un gran honor tener en casa un personaje tan importante como usted". Los dos nos reímos a carcajada limpia y Coll dijo: “Este hombre es un tipo cojonudo”.


En esta inolvidable comida, hablamos de múltiples proyectos y de su “Premio Nacional”, pero la propuesta que más le satisfizo fue la de realizar sus “historietas sin palabras” en dibujos animados para la televisión. Completó la tertulia  el joven periodista Víctor Colomé  del “Diari de Sabadell” que le hizo una entrevista para este periódico....y a las 7 de la tarde nos despedimos, con mis hijos, nos despedíamos en el andén de los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya, pues no quiso que le acompañase hasta Barcelona. Un beso para mis hijos Lluís e Ivette, y para mi, un fuerte“chócala”.
Pocos días después recibía una carta donde me daba las gracias por “el dia tan estupendo que pasó en Sabadell y que habría que repetirlo muy pronto". Posteriormente los contactos fueron frecuentes pero por teléfono. El sábado 14 de julio, la noticia en la página 24 de “La Vanguardia” me dejó helado. El titular decía: “Hallado muerto el dibujante Josep Coll, un nombre histórico del TBO”.

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