Caros y nunca reconsiderados camaradas y camarados Grafópatas y Grafópatas: ya casi es Navidad, donde cada rico tendría que sentar en su mesa a un pobre y si el rico es un manipulador de monedas, collares, brazaletes de oro para fundirlo y hacer lingotes, es decir si se trata de un ladrillero de final del siglo XX y principio del XXI su obligación sería sentar a doscientos pobres en grandes mesas, con opíparos manjares.
Además podrían ponerse de acuerdo ladrilleros y usureros para quitarles el hipo rebajándoles las hipo tecas como regalo de Papá Noel (asemejándose al premio idem). Además, hacerles un reveillón suculento repleto de rovellones (níscalos) y angulas del norte y sobretodo jamones y jamonas si son de cerda. Es un aviso antes de que, por desgracia, ocurra un revellión a bordo, (que por lo que se ve pronto se verá).
¡¡Vamos a por el cuento y olvidarnos en estas fiestas entrañables de que si los ricos ladrilleros se han enriquecido en dos años y que los pobretones han perdido todo lo que tenían con acciones impuras!!
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