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En los años de TBO, en Semana Santa se comía carne.

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Noticia del 13/04/2011 y de la categoria Opinión
En los años de TBO, en Semana Santa se comía carne.

La religión Católica en Semana Santa prohibía comer carne, tocino, embutidos. Sólo se permitía el pescado. No se si es así actualmente porqué todo lo que se refiere a los curiambros no me interesa. Entonces si los Jueves y Viernes Santo comías carne, cometías un pecado mortal y si no te confesabas ibas directo al infierno (que por cierto, los mismos curiambros ahora dicen que no existe) ¡¡cono!! En mi familia estos días Santos por no pecar sólo podíamos comer lenguados, mariscos, bogavantes, cigalas, gambas, percebes, pero estabas deseando comerte un buen trozo de tocino o un filete de ternera. Pero la Iglesia Católica siempre ha tenido salidas para todo y la salida para comer carne a troche y moche era un certificado denominado BULA, con el cual pagando una cantidad podías hincharte de carne hasta coger un ataque de gota (ácido úrico).

Y uno (yo) que tenía una buena posición de marquesado en Calaf, le pregunté al rector: -”Oiga Mossen ¿cómo es posible que pagando la BULA la gente  pueda comer carne y no se sienta pecador? Y el misacantano me replicaba con el siguiente argumento: -“Querido señor Marqués, vos sabéis que la Iglesia siempre está al lado de los desvalidos. La BULA se creó para las personas que están enfermas y necesitan mucho alimento, no se les puede negar la carne en estos sagrados días . Por ejemplo, a los tuberculosos, que hay muchísimos, porqué aún no se ha inventado la penicilina. Hay que alimentarlos con ternera, cordero, cordera…en fin, alimentos que les hagan recuperar la salud” .

Y un servidor de ustedes (que ya no se dice), con mi  Santa Inocencia, le contesté: -”¡¡ Pero esta gente está enferma porqué durante el año apenas han  comido nada y resulta que si estos desgraciados pagan la BULA aún serán más miserables!! .” Y yo tontopollicas de mí rectifiqué y le dije al canónigo: -“¡Ahora lo entiendo! La Iglesia con su misericordia, con la BULA les regala carne para que sanen y gordicos. Un sacrificio de la Pasión del Señor para ayudar a los pobres enfermos”. Y me abracé llorando de emoción al clérigo, pero él me dijo: -”Pare el carro, señor Marqués. He dicho que con la BULA podrá comer carne sin pecar, pero...¡¡¡pagando!! ¿Ein?”.

Entonces cabizbajo, me saque la bolsa con los ducados de oro y le entregué unas cuantas monedas que, al verlas el diácono, sus ojos parecían naranjas. Con estas monedas y aunque estuviera más sano que el dibujante Julio Vivas en sus años mozos, en los días Sagrados yo podía comer toda la carne sin pecar. Y para terminar la comedia  me obligó a ponerme de rodillas y cabizbajo me  saqué sombrero y el religioso con su mano derecha me hizo la señal de la cruz murmurando unas palabras en voz baja que no se entendían, algo así como: - “Abderramánberientosbizcusboletusbizcotur, amén”

Seguidamente fuimos a la rectoría de la Iglesia de Santa Calamanda, patrona de Calaf y me extendió la BULA que os muestro en la foto A (descargar PDF). y saliendo de la sacristía me fui al bar Rosa y me zampé un plato de morcillas y chorizo con papas bravas, mientras me gritaban “¡Pecador, pecador!!” pero les caía la baba. ¡Qué lástima de hijos!.  Y para terminar este rollo insoportable,  voy a jurar que es una mentira podrida que LA BULA del NORTE se inventara en mi Calaf natal . Y para reanimaros, muestro  a los grafópatas un dibujo original del genial Batllori Jofré publicado en el Almanaque de TBO para 1973 donde vemos unos creyentes descalzos y con capirote en la procesión de no sé donde. Una adivinanza: ¿A ver quién del dibujo es el más tonto de capirote? (La respuesta cualquier dia d’estos)

Os deseo una buena Semana Santa en la playa o en la montaña, aunque no frecuentéis la Iglesia, ella perdona todos los pecados, incluso los sexuales.

El grafópata Lluís Giralt.

Nota final: Tengo una amiga musulmana y le pregunté: -¿En vuestro Ramadán, pagando, podríais comer y beber durante el día?. Me contestó: -¡¡Noooooooooooooo!! No posible. Es pecado!!. Y yo me quedé tan pancho, sorbiendo un chupito de paxqué.

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