Carta dirigida a Paco Baena, el hombre que sabe más de cine, de dibujos originales, de carteles de cine, de no cine, de juguetes antiguos, de postales, de fotografía, de estanterías y además escribe como los ángeles (que saben escribir ¿Vale? ). Esta carta se la mandé a la mañana siguiente de la muerte de la celebérrima y amiga nuestra de toda la vida: Liz Taylor.Decía así:
Sabadell a tantos de tantos de 2011,
Hola Paco. ¿Estás bien? ¿Siiiiii? Yo tampoco. Siento el no haber podido asistir (ir) al funeral de nuestra amiga Liz Taylor, ¿Tú,fuistes?. Me he portado como un cernícalo no apareciendo en el entierro. Como tú sabes y mucha más gente de Sabadell, la Taylor (que en Sabadell la llamábamos la Elisabet Sastre) había sido una pretendienta mía hasta que se cruzó en nuestro camino mi esposa Anna. Según he leído, ahora, en una revista de estas que todo lo acaban con "News” me enteré de que quiso hacer el papel de Emma Penella en "El Verdugo", pues Liz creía que la película la rodarían en Sabadell para estar cerca de mí, pues eso (y que conste que aunque ella y yo nos tuteáramos nunca hubo nada entre los dos, sexualmente hablando ¿Vale?) pero ella decía que estar cerca de mi le hacía sentir mejor. Pero cuando se enteró que Berlanga "El Verdugo" la rodarían en Madrid, lloró desconsoladamente y anuló el contrato con Berlanga. Mira si estaba decepcionada que por cuatro duros prefirió hacer una película de bajo presupuesto que se llamó "Cleopatra". En una de nuestras conferencias telefónicas me preguntó que me parecía a mí eso de “Cleopatra” . Yo le dije que no fuese tonta y sin tapujos amenazara a la productora que si no le pagaba un millón de dóllars, por menos no se haría ni aquellas rayas tan gordas en los ojos. Pues bien, resulta que va, me hace caso y se lo dice al productor:- " O un millón del ala o ná de ná." . Y resulta que van ¡¡¡¡y se los dan!!.
Aparte de que ganó un pastón, allí conoció a un inglés que se llamaba Richar Burton y tan sólo mirarle exclamó: "¡¡Cono!! Pero si es igualico, igualico que el catalán" (yo). Es verdad el Richar ese (después Ricardo para nosotros, sus amigos) nos parecíamos como unos gemelos de puños de camisa de vestir, es decir gemelos de útero materno. (Aunque hay que decirlo todo, yo era más alto y con más cabello que él). Mi esposa Anna al saber que había encontrado su alma gemela en Ricardo nos alegramos mucho y les montamos una fiesta para celebrarlo. Vinieron la pareja y un par de amigos más y estuvieron en nuestro finca de Sabadell a celebrar su enlace. (¡Mira si se querían que con el tiempo se casaron dos veces!) En esta fiesta uno de sus amigos era un tal Montgomeri Clif, que por cierto tuve unas palabras duras con él porque a una prima mía mientras brindaba, le metío mano.¡Era un mujeriego!. El Richar Burton era un hombre muy serio, respetable, totalmente abstemio y siempre tenía la sonrisa en sus labios. Tan abstemio era que ni para brindar bebió una copita de cava. Lo suyo era el agua, pero con un poco de anís en el búcaro o botijo. Aquella fiesta con violines y vestidos todos de Pertegaz (el modisto, no el tabaquero) la Liz se emocionó tanto que le saltó una lágrima y lanzándoseme al cuello dijo: -"Lluís y Anna, esta fiesta de Sabadell nunca la olvidaré". Richar (Ricardo para los amigos) la cogió dulcemente de los hombros y le dijo con voz suave: " Vámonos Elisabet, que mañana tenemos que madrugar porqué empiezas la peli "El árbol de la vida". Y la besó tiernamente en el cuello. Ella me miró y dijo: "-Esta noche voy a dormir a pierna suelta porque el beso en la nuca de Richard voy a soñar que me lo has hecho tú, Lluís". Mi mujer Anna estaba presente y le dijo a Liz-"Elisabet, tranquila que te entiendo. Ve tranquila y que Dios os haga tan felices como a nosotros". Richard hizo un besomano a mi mujer y nos despedimos en la estación de Renfe, desde donde partieron a Holliwood. Todos llorábamos al despedirnos, saludándonos con pañuelos para la ocasión, es decir limpios. No había ni una píngola que volotease. Y desde entonces ya nunca más la vi en persona. En las películas sí, ya que me mandaba una copia de sus películas antes del estreno para que le diera mi opinión. Por teléfono casi cada semana me llamaba y hablábamos de todo un poco. Sólo en una ocasión me atreví a decirle que Peter O' Tul no era una buena influencia para su querido Richard (Ricardo para los amigos).
Paco, ya me contarás si fuiste al entierro o a los funerales. He llorado mucho. Adjunto en esta carta una de las primeras fotos de los dos cuando ella me pretendía, como verás yo vestía una americana de cheviot preciosa, ella, un secreto que será a voces era rubia y tenía la manía de llevar flores en todas las fotos que nos hacíamos juntos, como verás en la foto A. También te adjunto la biografía de ella, la auténtica, no la maldita con que han querido endemoniar a nuestra querida Elisabet. La historia la escribió Antares (Artur Llorens Opisso) y la dibujó Albert Mestre en los años 50 para TBO (descargar PDF).
Recibe un abrazo al estilo teletubis de tu amigo y grafópata Giralt.
Nota: Cuando te explico que yo era más alto que el Ricardo (Richar) me enteré después que no lo pudo resistir, tan majo como era, y se puso unos postizos en los zapatos que se llaman alzas.